¿Cómo pagar
impuestos en México? Después de todo lo vivido en materia de reforma
hacendaria, la realidad es que sigue haciendo falta un sistema eficiente para
las empresas, orientado a la competitividad.
De acuerdo con el
ranking Doing Business del Banco Mundial, en promedio las
compañías medianas requieren 264 horas para cumplir con sus impuestos, de los
cuales realizan 25.9 pagos al año y tienen una tasa total promedio de 40.9%.
Cifras que hace falta mejorar.
Aunque la
planeación fiscal parece reservada únicamente para las grandes corporaciones,
en la actualidad es una herramienta que debiera estar al alcance de todos los
contribuyentes.
Esto es así, dado
que la planeación o estrategia fiscal no sólo es una alternativa para hacer más
eficiente el pago de impuestos, sino que acceder a ella es un derecho del
contribuyente cuyo ejercicio nada tiene de ilegal.
Además, que de no
hacerlo se pierde la oportunidad de poder ser más eficiente y, por lo tanto,
competitivos en este mundo global de los negocios.
Las estimaciones
del Banco Mundial no son las únicas. Lo anterior lo reflejaba el Plan Nacional
de Desarrollo 2007-2012, en el que se reconocía que el sistema tributario
estaba lejos de contar con la simplicidad, flexibilidad, transparencia y
equidad necesarias, lo que consecuentemente estimula la elusión y la evasión
fiscal, y eleva considerablemente los gastos de la administración del sistema
tributario.
Asimismo, dicho
Plan reconoce que uno de los principales objetivos es establecer tasas
impositivas comparables a las que prevalecen en países que compiten con México
en los mercados internacionales, con la finalidad de permitir una integración
más exitosa de la economía mexicana a los mercados financieros, de bienes y
servicios globales.
Con base en lo anterior,
el pago de impuestos debería traducirse en un procedimiento sencillo, claro y
lo menos gravoso posible, además de equitativo y proporcional. Pero nada de eso
ocurre.
En la realidad de
toda empresa mexicana, el pago de impuestos se traduce en una tarea compleja y
muchas veces injusta.
Por lo tanto, la
obligación de las empresas en México ya no consiste únicamente en el pago de
impuestos. Hoy en día también es obligación de las empresas mantener el monto
que pagan de impuestos dentro de un rango que permita su competitividad en el
entorno global.
No sólo es deber de
nuestro gobierno lograr que las tasas tributarias sean competitivas con
relación a las de otros países como China, Holanda y Luxemburgo, sino también
es deber de las empresas lograr una imposición lo más exacta posible, con el
fin de destinar mayores recursos a la investigación, el crecimiento y la
innovación.
En consecuencia, la
única forma de lograr la competitividad que tanto se anhela, pero que la
legislación actual no permite, es recurriendo a auténticos esquemas de
estrategia fiscal, que eviten al contribuyente llevar a cuestas gravámenes que
legalmente no le corresponden pero que sin la planeación y asesoría adecuadas
seguramente pagaría.
Siempre, dentro de
la ley
La estrategia fiscal
podemos definirla como aquella que se implementa dentro de los márgenes de la
ley, con objeto de optimizar la carga tributaria de una empresa o persona
física, e incluso podríamos decir abiertamente que su objeto es disminuir el
pago de impuestos de forma legal y eficiente, utilizando herramientas de
planeación financiera para el adecuado manejo del flujo de efectivo, un
programa de compras, un presupuesto de gastos e inversiones en activos, entre
otros.
La Suprema Corte de
Justicia de Estados Unidos, sabiamente pronunció: “No existe nada siniestro en
arreglar los asuntos propios a fin de mantener los impuestos tan bajos como sea
posible.”
Aunque en otras
latitudes se reconozca semejante validez a la estrategia fiscal, hoy en día
ésta se entiende en muchas ocasiones como una actividad clandestina que implica
la comisión de prácticas evasivas, algunas burdas, como la adquisición de
facturas y otras más complejas, pero todas, al fin, fraudulentas.
Esta idea errónea
de la planeación fiscal debe erradicarse. Aunque hay asesores que promueven
dichas prácticas ilegales, la estrategia fiscal transparente es la herramienta
que toda empresa debe utilizar para volver eficiente y responsable el
cumplimiento de su obligación de contribuir al gasto público.
En suma, la
estrategia fiscal es sinónimo de certidumbre en el cumplimiento de las
obligaciones fiscales, con respeto a los principios de equidad y
proporcionalidad tributaria.
En conclusión, si
las empresas, y en general cualquier negocio en México, aspiran a prevalecer
están obligadas a ejercer su derecho de pagar sus impuestos de forma
inteligente y eficiente a través de una estrategia fiscal responsable.
Con el respaldo del
derecho y de la mano de profesionales, garantizará su competitividad y
continuidad como negocio en marcha, generando las fuentes de empleo que tanto
se necesitan en nuestro país.
Responsable y
eficaz
¿Cómo distinguir la
estrategia fiscal responsable de aquella que no lo es? Se distingue por su
simplicidad y armonía: un esquema óptimo puede ser aquel que permita generar
ingresos adicionales con una simple planeación de flujos, sean éstos el pago de
proveedores, gastos fijos o inversiones.
Esta simple
estrategia sirve para programar la causación de los impuestos que implican
flujo de efectivo, con el fin de armonizar los ingresos con las erogaciones
inherentes a la empresa, permitiendo una correcta inversión de los recursos sin
generar pago de impuestos innecesarios.
Lo que puede
considerarse como una estrategia fiscal efectiva, y que no conlleva riesgo
alguno, da la certidumbre del pago responsable de impuestos. La estrategia
fiscal responsable se caracteriza por tres elementos:
1. Optimiza la carga tributaria de una
empresa o persona física.
2. Lo hace siempre dentro de los
márgenes de la ley.
3. Persigue lograr el crecimiento y la
continuidad del negocio.
“Algunas veces las
estrategias son más importantes que la innovación en sí misma. El problema es
que raramente te dejan una segunda oportunidad”: Peter Drucker.
Tomado de: http://www.forbes.com.mx/estrategia-fiscal-o-como-pagar-menos-impuestos-legalmente/
Autor: Mario Rizo Cuevas